Intervenciones Parlamentarias de Jorge Fernández

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Congreso de la CDU, Karlsruhe, Alemania, 15 de noviembre de 2010



El pasado 15 de noviembre, tuve la oportunidad de asistir, en representación del Partido Popular de España, al Congreso de la CDU en Karlsruhe, en el land de Baden Württemberg, feudo tradicional de la CDU y al que acudieron más de un millar de delegados.

Para mí, lo más significativo del discurso de la Canciller Angela Merkel fue, precisamente, lo que dijo en relación a la inmigración y los valores –al margen de otras consideraciones que ya han sido resaltadas por los medios de comunicación-.

Sobre estas cuestiones hizo hincapié, repetidamente, en que Alemania da la bienvenida de todo corazón a todo aquel que respete y observe la cultura de referencia. Fue una llamada al fomento, pero al mismo tiempo a la exigencia, de la integración.

Destacó tres puntos: idioma, leyes y valores. “Los que aprenden alemán y respetan nuestras leyes y valores, son bienvenidos en Alemania. Los que se niegan, sin embargo, deberán enfrentarse a sanciones”.

También realizó una marcada referencia al Cristianismo. Una de las frases con más potencia y que arrancó grandes aplausos fue: “En Alemania no tenemos mucho Islam, sino poco Cristianismo”, frase que fue destacada en el New York Times. Y también “Seamos más abiertos para mostrar que somos Cristianos”.

En efecto, la Canciller dedicó buena parte de su discurso a la defensa de los valores Cristianos, como referente de la sociedad alemana. Explicó que la "C" de la CDU es la brújula común, de no sólo los principios éticos, sino también el poder de su acción política. Y afirmó que es esta “C” la que le sostiene a ella como Presidenta en sus quehaceres políticos.

En conversaciones con miembros del partido durante el Congreso, nos aclaraban que los alemanes cometieron el error de no tratar a los inmigrantes como potenciales alemanes. De esta manera, no se les exigía aprender la lengua, ni que se integraran culturalmente; y así los propios inmigrantes fueron estableciendo sus propios guetos creándose un debate sobre la capacidad integradora del país y el fracaso del llamado multiculturalismo.

Frente a esta actitud, la CDU considera que obtener la ciudadanía debe ser la culminación del éxito de la integración; y es aquí donde encaja el discurso de Merkel sobre el multiculturalismo.



Por otra parte, el encuentro ha servido para reforzar el liderazgo de la Canciller frente a las especulaciones previas que hablaban de la pérdida de popularidad de Merkel entre los suyos. La jefa del partido se vio ratificada en el cargo que ocupa desde 2000, con el 90,4 por ciento de los votos.

En su intervención, apareció confiada y muy ilusionada, y llegó incluso a emocionarse tras los diez minutos de fuerte ovación ininterrumpida que siguieron a su discurso.

La prensa alemana ha destacado una mayor agresividad en los ataques que la Canciller lanzó a la oposición, y una mayor efusividad en los ánimos lanzados a los suyos frente a la pujanza de los Verdes.

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